jueves, 16 de octubre de 2008

Gabriela García, Diario La Nación


(foto de Rodrigo Orozco)


Jueves 16 de Octubre de 2008

Natalia Cuéllar reivindica la historia reciente y critica al Establishment teatral
“¿Por qué Santiago a Mil deja fuera a la memoria?”
“Para mí tiene que ver con la amnesia, con evitarse problemas”, explica la autora de “Cuerpo quebrado”, la obra que desde la vereda sucia de Chile, realiza un homenaje a tres mujeres que fueron detenidas durante su embarazo. Una hermosa pesadilla que busca apretar la guata del espectador, “para contracturarlo, para que le duela”, advierte Cuéllar. Las funciones son hasta el sábado.

Una mujer rompe en llanto tras la función de "Cuerpo Quebrado". Coronada por la penumbra y con la indómita sensación de que sus pies atraviesan desnudos un campo minado, entra en catarsis: "Nunca quise saber lo que le habían hecho a mi hija, pensé que no lo soportaría", confiesa mientras derrama lágrimas sordas sobre el hombro de Natalia Cuéllar, directora e intérprete de la obra que a través del teatro, la técnica butoh, elementos audiovisuales y una banda sonora pesadillesca, danza el dolor, la tortura y la infamia de la que fueron víctimas tres mujeres que en plena dictadura, fueron detenidas y desaparecidas mientras esperaban un hijo. ¿Sus nombres? Michelle Peña (tenía 27 años y más de ocho meses de embarazo) Cecilia Labrín (con 24 y una guata de cuatro meses, fue detenida por el Guatón Romo, su paradero es un misterio) y Reinalda del Carmen Pereira (de 29 y con seis meses, se dice que se auto inflingió un paro cardíaco con una sobredosis de agua para dejar de sufrir).

"Aunque oficialmente se habla de 14, son estas para mí las más representativas. Eso sin contar a las mujeres que quedaron esperando guagua de sus violadores en prisión y aquellas personas que murieron en el anonimato", argumenta Cuéllar convencida de que buena parte de esos niños todavía respiran en algún lugar, comprados por algún militar o familia extranjera y ocultos bajo implacables pactos de silencio, como también sucedió en Argentina. "¿Te imaginas lo que es agarrar a una mujer que está a punto de parir, que apenas puede caminar y torturarla de esa manera, con electricidad y ratas en la vagina? ¿Te imaginas lo que fue para esa mujer volver de un parto clandestino, casi muerta, sin guata y sin guagua para luego seguir siendo golpeada? Aquí lo que se cometió fue un asesinato doble, por ser marxistas y por ser mujeres", revela la creadora mientras piensa en Michelle Peña, la hija de la mujer que llora en su hombro y que fue detenida en Villa Grimaldi, para no volver nunca más. Que enloqueció en el encierro y cuyo hijo está siendo buscado por la cámara del documentalista Rodrigo Díaz.

LA DANZA DE LOS MUERTOS
La fundadora de la compañía multidisciplinaria Ruta de la Memoria, es de las que habla sin titubear. "Soy feminista, soy de izquierda, me funé", asume Cuéllar con humor. Aunque sabe, que en este caso las lecturas de los informes Valech y Rettig, así como las íntimas conversaciones que ha tenido desde hace un año con los familiares y amigos de las homenajeadas Peña, Labrín y Pereira, no le permiten dormir. "A mí me obsesionan los muertos de Chile. Ya no hice teleseries, ya no fui amiga de Alfredo Castro. Estoy del otro lado no más. Trabajo el tema de la mujer, la violencia, los derechos humanos, me gusta meterme en problemas", afirma la treintañera actriz con cierta ironía, ya que a pesar de que la puesta en escena fue financiada por la Presidencia de la República y el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago y que en el verano próximo viajará a Argentina, Brasil y posiblemente a Austria, fue rechazada por el jurado del Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil. "Juro que si fuera un mamarracho me quedo callada, pero es un montaje que ganó el octavo Festival para Directores Teatrales, que el mismo Patricio Guzmán va ir a ver hoy. ¿Cuáles son sus criterios de evaluación? ¿Cuáles son las razones para que Santiago a Mil deje fuera a la memoria?", se pregunta Natalia Cuéllar. "Para mí tiene que ver con la amnesia, con evitarse problemas, con no aceptar que dentro del movimiento teatral chileno, también hay un discurso, crítica y opinión política dura", dispara la actriz de "Cuerpo Quebrado", cuyas funciones se realizan hasta el 18 de octubre en la Sala Sergio Aguirre (Morandé 750), de jueves a sábado a las 20:30 horas.

Y mientras hoy se lanza la programación del Santiago a Mil 2008, Cuéllar ya acaricia un nuevo proyecto. "Lo que viene ahora es hacer la obra frente a La Moneda o Londres 38 (el pasado martes se inauguró un memorial en honor a las víctimas que estuvieron en ese centro de detención y tortura), hacer instalaciones, acciones de arte y seguir bailando la danza de los muertos. Esos que están en el mar, en los volcanes y en el desierto y que me interesa desenterrar mediante una procesión callejera", adelanta sobre el proyecto planeado para el 2009.

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