jueves, 16 de octubre de 2008
Un artículo de Marietta Santi
(foto de Ximena Francisco)
Cuando una pieza teatral se enfrenta a temas como detenidos desaparecidos, torturas o cualquier abuso de poder, por lo general la palabra no alcanza a dimensionar la herida de que se habla. Es así como las voces suelen entramparse en cuestionamientos ideológicos que distraen del verdadera horror: la humanidad olvidada, lastimada, humillada, a manos se seres que ya no pueden llamarse humanos.
Natalia Cuéllar, actriz dedicada al butoh (manifestación dancística originada en Japón para retratar los horrores de Hiroshima y la guerra a través de cuerpos deformados, manos crispadas y ojos en blanco, que emulaban a las víctimas que caminaban desorientadas después de la explosión de la bomba atómica), consigue con “Cuerpo Quebrado”, su última entrega, revisar una situación ocurrida en dictadura pero con una mirada más profunda de lo que suele escenificarse. ¿La motivación? Tres mujeres, Michelle Peña, Reinalda del Carmen Pereira y María Cecilia Labrín, desaparecidas por el régimen militar cuando estaban embarazadas. Por supuesto, hasta hoy no se sabe nada de su paradero ni del de sus hijos.
Tres bailarinas, Isidora O’Ryan, Macarena Rubio y la misma Natalia, encarnan a esas mujeres y son capaces de transmitir con sus cuerpos toda la carga de dolor y de angustia que seguramente debieron vivir, y que han experimentado los que las amaron y aún las aman. La propuesta de Natalia es una experiencia multimedial, donde el rito del butoh (disciplina que transita entre la danza y el teatro, que reflexiona sobre el cuerpo y su lugar en el cosmos) se combina con videos intervenidos (la imagen del perro como posible victimario es impactante), fotos antiguas e imágenes sugerentes. En la banda sonora hay música compuesta, sonidos de aires barrocos, lluvia y otros ruidos que llevan al espectador a esa dimensión donde están las bailarinas y su fisicalidad.
Qué mejor que el cuerpo para hablar del dolor, en especial cuando las palabras sobran o no bastan. Qué mejor que la piel para transmitir espantos inimaginables. Qué mejor que tres mujeres retorciéndose angustiosamente, como muñecas rotas, para homenajear a otras mujeres cuyo paradero se pierde en sucesos que todos queremos olvidar.
Al trío femenino lo acompaña la figura de un hombre (Álvaro Pizarro), que en un comienzo encarna al niño que las mujeres llevaban en el vientre y cuyo destino desconocemos. Su presencia es el contrapunto que equilibra la tremente energía femenina que recorre la escena.
“Cuerpo Quebrado” es una pieza lograda, estéticamente y como vehículo discursivo. La directora consigue una estructura dramática que evoluciona durante la obra, sin reiteraciones ni engolosinamientos (tentación de muchos que actúan o danzan y también dirigen) y un trabajo dedicado y fino de las intérpretes. Su tremenda exposición expone también al público, haciendo posible una especie de catarsis al enfrentarlo, más que a ideas y reclamos, a una verdad tan irrefutable como es el cuerpo que sufre. Frente a esa realidad no hay palabras. Una herida es una herida y, aunque cicatrice, las huellas estarán ahí, palpables, inobviables.
“Cuerpo Quebrado”
Dirección: Natalia Cuéllar
Intérpretes: Isidora O’Ryan, Macarena Rubio, Álvaro Pizarro y Natalia Cuéllar.
Video: Rodrigo Díaz, Daniel Lira
Música: Camilo Araya
Asistente de dirección e iluminación: Raumundo Estay
Vestuario: Francisca Bravo
Producción: Leonel Cornejo.
Teatro de la U.de Chile., Morandé 750.
Jueves, Viernes y Sábado a las 20,30 hrs.
Entrada Gral.$3.000:- Estudiantes; 3ra.Edad y Convenios $2.000
HASTA EL SABADO 18 DE OCTUBRE, REESTRENO EN ENERO 2009
Creado por Marietta Santi el 15 de Octubre de 2008 at 4:25 pm.
www.santi.cl
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